En ABH desde hace años tenemos una cosa muy clara: el sitio web de una empresa tiene que ser su mejor agente de ventas: está activo 24/7 y es el mejor canal a través del que sus clientes, tanto actuales como potenciales, descubren como la empresa puede ayudarles a resolver sus problemas.
Estoy segura de que el objetivo principal de tu empresa es crecer y evolucionar siempre hacia delante, sin correr el riesgo de quedarse estancada y desvanecerse.
Me gustaría que te hicieses tres preguntas:
1. Si quieres que tu negocio crezca, ¿no debería ser el objetivo principal del sitio web de tu empresa contribuir a ese fin?
2. ¿Tienes la sensación de que vuestro sitio web está estancado y se desvanece en ese mundo difuso que es internet sin diferenciarse de muchos otros sitios web?
3. ¿Crees que tu empresa podría crecer más si su presencia digital estuviese mucho más optimizada y al servicio de tu negocio?
Si las respuesta es Sí a por lo menos dos de estas preguntas es que ha llegado el momento de dedicarle un tiempo de calidad a vuestra presencia digital y ponerla a funcionar para que contribuya a generar mejores resultados de negocio y que haga que la empresa crezca.
Sin embargo también es probable que no dispongas de 6 meses o un año (que es el tiempo que seguramente invertisteis en la última renovación web) para que comencéis a ver resultados y que necesites para ayer un sitio web que sea mejor que lo que ahora tenéis.
Esa rapidez de desarrollo de un nuevo sitio web que en poco tiempo esté funcionando mejor que el actual solo se consigue a través de un sistema de trabajo muy concreto llamado Growth Driven Design (o Diseño Basado en Crecimiento) y con el que trabajan equipos de crecimiento como el de ABH.
La magia del GDD está en que prioriza en base a una estrategia, da forma y desarrolla un sitio web que desde el primer momento va a aportar mejores resultados que el anterior y, además, está en constante evolución, optimizándose de manera continuada.
¿Para qué sirve esta fase y porqué es absolutamente imprescindible?
Pensemos por un momento en que queremos construirnos una casa nueva y vamos a hablar con un arquitecto. Sería bastante extraño que el arquitecto nos dijese: ¡No se preocupe! Mañana mismo envío a mi cuadrilla de trabajadores y ya comenzamos las primeras tareas de cimentación. Lo más probable es que nos diésemos media vuelta y nos marchásemos de este estudio con la -muy correcta- sensación de que la casa que ese arquitecto nos construyese se caería en cualquier momento sobre nuestras cabezas.
En el caso de nuestro sitio web sucede lo mismo: si no queremos que se nos caiga todo encima perjudicando a nuestro negocio, es necesario crear los planos y sentar las bases para un correcto desarrollo.
¿Cómo la acometemos en ABH?
Analizamos tu empresa contigo y nos centramos en lo más importante para cualquier negocio: los clientes. Es fundamental colocar a tus clientes en el centro absoluto de todas las acciones: investigamos quienes son, cuáles son sus problemas y cómo podemos como empresa ayudarles a resolverlos.
Y gracias a todo lo aprendido creamos la hoja de ruta para construir un sitio web que contribuya a potenciar realmente el crecimiento de tu negocio.
¿Para qué sirve esta fase?
Siguiendo con el mismo ejemplo de la construcción de nuestra nueva casa, una vez que encontramos un arquitecto que nos ha comprendido y que ha creado los planos, es momento de enviar a la cuadrilla de albañiles, fontaneros, electricistas, etc. para preparar la cimentación, levantar paredes, y todo lo que demás, que desembocará en una casa funcional y alienada con nuestras necesidades.
En la fase de Lanzamiento de GDD es momento de desarrollar un nuevo sitio web, decidir qué contenidos debe llevar, cómo va a ser visualmente y cómo este diseño va a ayudar a nuestros clientes a que encuentren la solución a sus problemas gracias a nuestro negocio de manera optimizada.
¿Cómo lo hacemos en ABH?
Siempre en base a esa hoja de ruta, necesariamente personalizada para cada empresa, creamos el contenido necesario, desarrollamos el diseño visual asociado y construimos y lanzamos un nuevo sitio web que se ve totalmente acabado desde el punto de vista del cliente, pero que en realidad no lo está.
¿¡Y eso qué significa!? Te estarás preguntando. Significa que una vez lanzado ese nuevo sitio web que desde el minuto uno ya va a ofrecer mejores resultados de negocio, entramos en la siguiente fase del sistema: la infinita mejora continua.
¿Para qué sirve esta fase?
Como su propio nombre indica, para mejorar continuamente. Mientras que el diseño web tradicional lanza al aire el sitio web y "para de trabajar", en GDD el lanzamiento del web es solo el principio. Aquí es cuando comienza el trabajo de verdad.
La mejora continua es un proceso ágil y repetible que empieza en el preciso momento en que un sitio web sale al aire y comenzamos a recopilar datos sobre cómo los usuarios interaccionan y responden a los contenidos que se han creado, al diseño que se ha desarrollado y a la construcción que se ha ejecutado.
Solo aprendiendo cómo los clientes se interrelacionan con nuestro sitio web podemos comenzar a optimizar el propio sitio web para que cada vez produzca mejores resultados para la empresa.
¿Cómo lo hacemos en ABH?
Hace años comenzamos a trabajar con la metodología de enfoque de proyectos Agile/SCRUM, que hemos adoptado y adaptado para nosotros, gracias también a muchas otras fuentes de inspiración, a estar en constante formación y a nuestras propias experiencias de trabajo.
Así pues trabajamos en base a una medida de tiempo muy concreta: el trimestre, que a su vez se divide en sprints de un mes, que nos permite analizar los datos, crear las optimizaciones necesarias para el sitio web en ese trimestre y volver a analizar los datos resultantes para volver a crear las optimizaciones necesarias... y así hasta el infinito.