Estoy segura que tanto en el momento en que decidiste -probablemente hace años- que tu empresa necesitaba un sitio web como en todas las ocasiones en que has tenido que renovar ese sitio web, ese proyecto se ha convertido en "algo", casi un ente con vida propia, lleno de contratiempos donde tanto el tiempo dedicado como el presupuesto asignado se ha disparado y retrasado una y otra vez.
Hay un montón de razones -muchas de ellas innecesarias- para esos contratiempos. Y es precisamente por esto que aquí, en ABH, hemos adoptado hace muchos años la metodología GDD para crear un rediseño web.
Si piensas en cualquier proyecto, desde el diseño de uno de vuestros productos, el desarrollo de uno de vuestros servicios, hasta pintar el salón de tu casa o redecorar la oficina, el primer paso necesario en todos es la planificación: qué colores queremos usar, qué formas nos gustarían, etc.
Cualquiera de los clientes que hemos tenido se han sorprendido mucho cuando no "atacamos" el rediseño del web desde el principio como un cambio visual.
Por supuesto que el aspecto visual del sitio web de tu empresa es importante y debe estar alineado con vuestra marca, pero los cambios visuales, las renovaciones gráficas podrán contentaros durante un tiempo, pero si nos quedamos solo ahí, a la larga no generarán resultados que se traduzcan en clientes e ingresos para tu empresa.
En lo que ser refiere a la parte no digital de tu negocio es imprescindible que conozcas bien a tus potenciales clientes, investigarlos para saber qué quieren y cómo se lo vas a poder ofrecer de la mejor manera posible y que se decanten por tu producto (o servicio) en vez de las opciones que les da la competencia.
¿Porqué no seguir los mismo parámetros para entender a tus clientes desde un punto de vista digital? Debéis comprender quiénes son, en qué canales se mueven y cómo discurren a través de tu sitio web para facilitarles las opciones de compra. Es decir, necesitas conocer el viaje del comprador de tus clientes y tus futuros clientes.
Una vez que tienes claro a quién te vas a dirigir, necesitas pensar qué les vas a decir exactamente, que esté alineado con la filosofía de tu negocio y las características de tus productos y/o servicios.
Además, es imprescindible crear un camino en los contenidos de tu sitio web que facilite la conversión y el discurrir de los usuarios. Necesitas determinar qué tipo de páginas vas a ofrecer: páginas web, páginas de aterrizaje, cómo van a potenciar el impulso de conversión las páginas de agradecimiento, cómo van a ser los correos-e que se envíen, etc. En el camino de conversión de cada usuario influye desde la página principal del sitio web, o página de inicio, hasta como se estructuren los contenidos en el blog.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, aquí en ABH creamos sitios web con diseño basado en crecimiento, o Growth Driven Design, que es como es más conocido.
Esto significa que una vez que analizamos a quién nos vamos a dirigir, cómo lo vamos a hacer y qué páginas serán necesarias para comenzar a transformar los visitantes en contactos y estos en clientes, lanzamos el llamado Launch Pad, un sitio web completo, pero en constante evolución que nos permite -a través del análisis de los datos de comportamiento recopilados- aprender y evolucionar el web de tu negocio en base a esos datos.
Teniendo estos 3 pasos claros y planificados entre sí, en aproximadamente 90 días podrás tener un nuevo sitio web pensado para convertirse en el principal agente de ventas de tu empresa y que comience a dar los resultados que siempre esperaste.