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¿Tu empresa sigue estructurando su estrategia comercial en torno al viejo “embudo de conversión”? Si es así, estás limitando tu crecimiento sin darte cuenta. Déjanos enseñarte por qué ese modelo ya no funciona y qué están haciendo las empresas B2B que sí escalan con eficiencia.El embudo tradicional: una herramienta útil… en otro siglo
Durante décadas, el “embudo” fue el modelo dominante para representar el recorrido del cliente: atraer mucho arriba, calificar al medio, cerrar al fondo. Funciona en teoría. Incluso fue útil en sus primeros años, cuando el proceso de compra era más simple, el cliente estaba menos informado, y marketing tenía un control mucho mayor sobre el acceso a la información.
Pero ese mundo ya no existe. Hoy, tus clientes:
Llegan sabiendo más que tus vendedores.
Comparan en tiempo real sin hablar contigo.
Consultan a varios decision-makers antes de avanzar.
Y quieren resultados claros, no promesas de conversión.
El embudo clásico no refleja esa complejidad.
El proceso de compra en B2B ha dejado de ser lineal. Hoy se parece más a un laberinto que a una secuencia:
Quien descubre la solución no siempre es quien aprueba el presupuesto.
Las conversaciones se cruzan entre marketing, ventas y postventa.
La decisión se toma en comité, no por impulso.
Además, los puntos de contacto son múltiples: email, LinkedIn, web, eventos, partners... Todos influyen, todos importan. Y muchos no quedan registrados si tu modelo de medición es antiguo.
El embudo ignora todo esto. No contempla:
La simultaneidad de acciones: una misma cuenta puede estar comparando proveedores, descargando contenidos y negociando condiciones al mismo tiempo.
La realidad de equipos desalineados: si ventas y marketing no comparten objetivos ni datos, el embudo falla.
El impacto del customer success: retener y expandir es igual de importante que captar.
Si tu empresa aún estructura sus esfuerzos de captación, venta y fidelización pensando en “llenar el embudo”, lo más probable es que estés enfrentando alguno de estos problemas:
Generas leads, haces demos, lanzas campañas... pero no sabes exactamente qué contribuye al cierre. ¿Te suena?
Marketing optimiza por MQLs, ventas por cierres y CS por NPS. Cada uno con su verdad, su herramienta, su calendario.
Sigues midiendo tasa de apertura y formularios... pero te cuesta explicar por qué las ventas no despegan. Lo urgente ha eclipsado lo importante.
Leads calientes que no reciben seguimiento. Clientes en expansión que nadie contacta. Prospectos que repiten información en cada fase.
Todo esto erosiona el crecimiento. Lentamente, pero de forma segura.
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El problema no es tener un modelo. El problema es tener uno que ya no refleja la realidad.
La alternativa no es tirar el embudo a la basura. Es evolucionarlo hacia un sistema operativo moderno.
RevOps no es solo una moda. Es una filosofía operativa que alinea estrategia, personas, procesos y tecnología para impulsar crecimiento de verdad. ¿Cómo? Aquí lo esencial:
Nada de islas de información. Un único CRM conectado a BI, automatizaciones y sistemas de servicio. Cualquier persona, en cualquier equipo, ve lo que ocurre con una cuenta en tiempo real.
Todos —desde marketing hasta CS— trabajan con los mismos KPIs. ¿La métrica central? Ingresos recurrentes, no formularios enviados.
No se trata de programar emails masivos. Se trata de diseñar procesos que reduzcan errores, aceleren decisiones y eliminen cuellos de botella entre equipos.
Revenue Operations no impone un esquema rígido. Te da estructura para entender, probar y mejorar continuamente.
En ABH trabajamos cada semana con compañías como la tuya. Algunas ya vienen quemadas de modelos obsoletos. Otras están listas para escalar pero sin saber cómo. ¿Sabes qué tienen en común las que realmente avanzan?
Han dejado de hablar de leads. Hablan de cuentas.
Han dejado de crear silos. Diseñan flujos compartidos.
Han dejado de obsesionarse con herramientas. Se centran en procesos.
Y sobre todo: han entendido que el crecimiento no es un departamento. Es una operación transversal.
Ese cambio de mentalidad no lo facilita una agencia tradicional. Lo facilita un partner que piense contigo, no por ti.
Imagina un sistema donde:
Sabes qué campañas generan clientes, no solo tráfico.
Detectas qué cuentas están listas para compra, sin adivinar.
Tu equipo puede enfocarse en lo estratégico porque lo repetitivo ya está automatizado.
Puedes proyectar el impacto de tus decisiones con datos, no con presentimientos.
Eso no es una utopía. Es lo que ocurre cuando transformas tu modelo operativo, y dejas atrás el embudo como esquema central.