¿Sabías que el 40% de las pequeñas y medianas empresas todavía no usan un sitio web?
Este dato, hecho público no hace demasiado tiempo por una de las empresas más grandes del mundo en soluciones digitales para negocios, parece una exageración. pero no si matizamos esa cifra. Hoy casi nadie puede mencionar a una empresa que no tenga una presencia en Internet. Pero las hay, y aún son muchas.
Todavía hoy está muy extendida la paradoja digital de la empresa: miles de pymes están en Internet como "zombies" mientras intentan sobrevivir y crecer invirtiendo grandes cantidades de dinero en formas obsoletas de marketing y publicidad sin ver ningún retorno en forma de facturación. Sin darse cuenta de que ese trasto digital "del que se encarga el informático cuando no tiene qué hacer" (como nos dijo una vez un cliente que se había dado cuenta de que necesitaba un cambio) es uno de los activos de negocio más valiosos en poder de una empresa para multiplicar sus beneficios en el menor tiempo posible.
¿Tu negocio está en Internet pero no facturas un euro gracias a ello? Si este es tu caso, ahora o en el futuro vas a plantearte cómo encontrar la agencia más adecuada para un rediseño web, para modernizarlo y revertir la situación. Te explicamos lo que debes tener en cuenta para tomar la decisión correcta.
1. Aprende qué es exactamente el web de tu empresa.
Lo primero que debes saber es que la presencia en Internet de tu empresa es cuatro cosas en una:
- Es tu mejor representante comercial. No tiene vacaciones, no duerme, no cobra dietas, no se pone enfermo ni supone costes laborales.
- Es el escaparate de tu empresa que se ve en cualquier lugar del mundo las 24 horas del día. Da igual el tamaño o el sector de negocio en que tu empresa opere.
- Es el mejor exponente de tu marca y de la reputación de tu empresa. Nadie mejor que tú para hablar bien de ti mismo, ¿verdad?
- Y es la forma más rápida y barata de atraer a quienes necesitan lo que vendes. A menos que no te importe que encuentren antes a tu competencia.
2. Establece bien tus objetivos.
Debes tener claro qué quieres lograr con tu sitio web y con el marketing digital de tu empresa. Debes tener un propósito, unos objetivos a lograr y una forma de medirlos. Por ejemplo, si vas a vender directamente por tu sitio web debes enfocar el esfuerzo hacia el retorno de la inversión (el famoso ROI), la conversión de visitantes en leads y clientes y la construcción y "cuidado" de tu base de datos. Si lo que vas a hacer es crear una empresa nueva y necesitas lograr reconocimiento de marca, simplemente te preocupará proporcionar información y conocimiento sobre tus productos o servicios. Pero debes antes tener una marca (branding) y un enfoque claro.
CONSEJO: Sólo teniendo claro qué deseas lograr podrás saber si las agencias creativas o de marketing que necesitas contratar serán capaces de ayudarte a lograr esos objetivos. Pídele a la agencia que te muestre sus capacidades y que te dé pruebas de ellas. Ellos deberán poder mostrarte casos de éxito de sus clientes, de cómo han enfocado un problema y qué solución pusieron en práctica.
3. Ten claro qué es lo que vas a pagar.
Como en casi todas las cosas en el mercado, lo que pagas es lo que obtienes. Lo más probable es que no dispongas de un presupuesto concreto para el proyecto, pero sí un máximo del que no puedas subir (porque las empresas trabajan con presupuestos y estos no son sacos sin fondo). Guárdalo para ti y no lo compartas con las agencias que consultes.
Elegir a la agencia que haga tu sitio web en base a que su precio propuesto es inferior al de otras es un grave error. No lo cometas.
Cuando contratas un proyecto de posicionamiento en Internet estás pagando por un gran paquete de servicios distintos que no son visibles por separado y que confluyen en lo que tú deseas: una presencia en la Red capaz de generar resultados de negocio. No pagas por un web y perfiles en las redes sociales, pagas por diseño visual, programación informática, SEO, fotografía, infografía, video, creación de textos y contenidos, páginas de aterrizaje, formularios, llamadas a la acción, análisis y, por encima de todo eso, pagas por el conocimiento profesional multidisciplinar aplicado a ello. Por supuesto, en el caso de que quieras que tu web genere beneficios de negocio. Y si no deseas eso, te recomendamos no tener un web en tu empresa.
CONSEJO: Una agencia de marketing digital seria y solvente te explicará todas las piezas del puzzle que intervienen en tu sitio web antes siquiera de ofrecerte un presupuesto. Si no lo hace, desconfía.
4. Involúcrate al 100%
No cometas los dos errores más frecuentes entre los ejecutivos que contratan a una agencia para desarrollar su posicionamiento (o re-posicionamiento) en Internet: delegar el proyecto en el responsable informático de la empresa (los informáticos son buenos manteniendo redes y ordenadores, pero por lo general -excepciones habrá- no tienen ni idea de comunicación y de marketing) y esperar que la agencia llegue con todo el plato cocinado y listo para comer (publicar) sin que tú hagas nada.
CONSEJO: Es fundamental que haya un canal de comunicación abierto entre los ejecutivos de la empresa (preferentemente el CEO, el responsable de marketing y el jefe del departamento de ventas) y las personas que se encargarán en la agencia de la creación de los contenidos de vuestro sitio web. La razón es muy simple: nadie como vosotros sabe transmitir los valores esenciales de la empresa, conoce aquellos flancos en los que falla o es fuerte, o es capaz de transmitir lo que se quiere lograr a corto, medio y largo plazo en la estrategia digital. Deberás tener más reuniones de trabajo de las que crees en un principio a reunirte con la agencia y hablar, debatir, exponer y comprobar que siguen el camino correcto. Si no, puede pasar que una vez terminado el sitio web, ya necesites uno nuevo.
5. Mide los resultados periódicamente.
En realidad, el trabajo duro comienza cuando la agencia entrega el sitio web que les has contratado. ¿Cómo hacer para comprobar si, tras un período de lanzamiento inicial, tu web comienza a generar vistas, potenciales nuevos clientes con nombre y apellidos, y cuántos de ellos pasan a engrosar tu cartera de clientes? Eso es, en definitiva, controlar el retorno de la inversión. Debes dotarte de las herramientas de gestión necesarias para ello. Pero lo más probable es que la agencia se haya ido y tú y tu equipo directivo os quedéis a solas y con un gran signo de interrogación en la cabeza al respecto.
CONSEJO: Si la agencia que has elegido ha resultado ser la opción adecuada para tu estrategia, probablemente ya habrán puesto en tus manos las herramientas de gestión y control necesarias como parte de sus servicios, incluso te habrán comentado antes de firmar el contrato que dispondrías de ellas al finalizar el proyecto. Si no es así, el proyecto -por muy bello que pueda ser visualmente- ha quedado incompleto. Y es un gran error por su parte, puesto que hoy día una agencia de marketing digital realmente profesional desea que la relación con su cliente no se termine después de desarrollar la estrategia digital contratada.
Si dispones en tu empresa del personal adecuado para el control del retorno de la inversión en marketing digital (si tienes un pequeño departamento interno de marketing o tu responsable de ventas puede hacerse cargo), deberían incluir el control de la estrategia digital entre sus responsabilidades. Puedes incluso pensar en disponer de consultoría externa para ayudarles.
Pero si tu caso es el de casi todas las pymes, donde cada persona bien podría tener ocho brazos para hacer todo lo que haría falta, necesitarás externalizar de nuevo en una agencia todo el control y ejecución de tu estrategia de marketing digital. Pero, ¿por qué contratar para esto a dos agencias distintas?
Busca desde el principio a una agencia capaz de hacerse cargo de ayudarte en la totalidad de tu estrategia digital: una agencia de inbound marketing. Aquí tienes 8 razones más para ello.