En artículos anteriores hemos hablado de las bondades y ventajas de afrontar un rediseño web con GDD.
Su agilidad y adaptabilidad nos permite lanzar sitios web en un tiempo mucho más reducido, dentro del presupuesto y, sobre todo, evitar conjeturas a la hora de tomar decisiones. Al tratarse de un proyecto elaborado en etapas, donde se parte de un producto mínimo viable (un web completo que no estará completo nunca), podemos tomar nuestras decisiones en base a los datos que vamos recogiendo y analizando desde el momento mismo de su lanzamiento para corregir, implementar o reforzar aquellos puntos que lo necesiten. Se acabaron los tiempos en los que lanzar un web era un difícil parto fuera de tiempo y presupuesto donde lo único que podíamos hacer una vez lanzado el site, era encomendarnos a Dios para que todas aquellas conjeturas que el equipo había realizado con tanto sudor funcionasen de la manera adecuada.
¿Cómo se aplica? El proyecto se realiza en tres fases: estrategia, lanzamiento y mejora continua. Hoy vamos a entrar un poco más en detalle en una de las etapas fundamentales dentro de la fase de estrategia: la auditoría GDD.
Hasta llegar a este punto en la estrategia, ésta ha estado enfocada en las partes fundamentales de los elementos del negocio y las personas. Una vez definidos los objetivos de la estrategia y definidos los buyer persona del negocio y el buyer journey, podemos empezar a pensar en los detalles específicos del web a partir de una auditoría detallada del sitio web ya existente.
Una auditoría del sitio proporciona información valiosa no solo sobre cuántas personas están visitando el web, sino cuánto tiempo permanecen, qué contenido prefieren, qué llamadas a la acción son más efectivas y atrayentes para ellos, qué canales de marketing generan más tráfico y mucho más.
Las auditorías del sitio siempre han sido importantes, pero la auditoría inicial es particularmente importante para el GDD, ya que gran parte del proceso de creación depende de los datos extraídos a través de un análisis adecuado de los datos recopilados. Sin una auditoría inicial, no puede haber una referencia con la que comparar la mejora ni datos sobre los que basar el lanzamiento.
¿Qué incluimos en la auditoría del sitio? Las métricas más habituales que recogemos incluyen las siguientes:
- Fuentes de tráfico: ¿De dónde vienen los visitantes? El tráfico directo, el tráfico de referencia, el tráfico de búsqueda orgánica y el tráfico de redes sociales son las principales categorías y es probable que indiquen diferentes tasas de conversión entre ellos.
- Páginas de destino: ¿Qué páginas generan más tráfico al sitio? Observamos qué contenido prefieren la mayoría de los usuarios y cómo interactúan con el sitio los usuarios que aterrizan en cada página en concreto: cuánto tiempo permanecen en el sitio, a qué pagina se dirigen después de la página de aterrizaje analizada...
- Tecnología: ¿Cómo interactúan los usuarios desde diferentes dispositivos? A medida que las búsquedas a través del móvil van aumentando, merece la pena conocer cómo los usuarios de teléfonos inteligentes interactúan con el sitio frente a los que acceden por ordenador.
- Datos demográficos: Google analytics, por ejemplo, puede desglosar el tráfico por edad, sexo, ubicación, intereses y otros criterios demográficos. Revisar esta información es importante para crear contenido y adecuarlo a los posibles compradores.
- Construyendo una lista de deseos. Después de auditar el sitio, creamos una lista de acciones a implementar en el web para evitar y mejorar puntos problemáticos específicos. En la jerga del GDD a esto lo llamamos "lista de deseos".
Cuando realizamos la tormenta de ideas correspondiente a la lista de deseos, tenemos en cuenta los objetivos establecidos previamente y una vez más, los datos recopilados con la auditoría nos proporcionan una orientación sobre cómo lograrlos. Puede que contemos por ejemplo con unas cuantas publicaciones de blog con mucho tráfico pero escasa conversión. Aquí la lista de deseos podría incluir "integrar una sección de CTA destacada en la plantilla del blog".
Después de terminar la lista de deseos ejecutamos el análisis 80/20 por el que se establece cuál es el 20% de las tareas a ejecutar que producirán el 80% del valor para los usuarios del sitio. Con una lista de deseos donde los elementos se priorizan en función de conocimientos analíticos concretos, tenemos una base sólida sobre la cual construir un proyecto exitoso de diseño web impulsado por el crecimiento.
¿Qué te parece? ¿Crees que una estrategia GDD puede ayudarte con el rediseño de tu sitio web? Comparte con nosotros tus dudas y opiniones.